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Boceto original de la propuesta que elevé a consultas en la ya lejana legislatura en que fui electo por la circunscripción de Mondoñedo a las Cortes generales del Estado: un par de placas con un decálogo de cuatro puntos a colocar bajo los muy socorridos para todo tipo de viñetas de humor gráfico leones del Congreso. En su lugar se aprobó otra, que rezaba, dividida también en dos placas: a favor del bien, una, y en contra del mal, la otra, que, hasta donde yo sé, fueron ejecutadas (juego de palabras) pero nunca colocadas, así que supongo que duermen el sueño de los justos en clásico almacen donde acaban estas cosas. Así se escribe la Historia.

(El texto anterior contiene una falsedad: no fue por la circunscripción de Mondoñedo, sino la de El Bierzo. Todo lo demás es la puritita verdad.)
 

Cimavilla, plaza del Lavaderu.

Ahora que va para tres dias que llevamos azotados por el temporal, me he acordado de las veces que salimos con la clase a dibujar al calorcito tibio del sol de primavera, que en Asturias viene barajado, lo mismo te toca en pleno enero que en agosto, e igual con la lluvia, ya ha sucedido que salga un mes de julio malo y llueva todos los dias... Esta plaza los fines de semana normalmente está llena de gente, y más por la noche en verano, pero si vas el sábado por la mañana, cuando ya ha pasado el servicio de limpieza, y hasta la una que empieza a venir el turno del vermut, está despejada y puedes dibujar a tus anchas.
 

Los lejos.

A modo de ilustración de cubierta de un improbable libro de apariencia infantil pero de tono deceptivo en este mismo formato casi cuadrado.

Caperucita recuerda.

Otro dibujo para clase. Sobre un papel, ni siquiera una cartulina, azul, rotuladores, lápices, un punteado de rotu acrílico y pastel para las libélulas. Todo materiales 'pobres' de alguna manera, pero, bueno, a conducir se aprende en coches viejos, no en los nuevos de paquete, que el miedo a rayarle siquiera una esquinita provoca que uno vaya cohibido. 
 

Tristes trópicos.

 

Mi vida como diseñador gráfico, otro.

Darle una vuelta a un diseño preexistente, eso ya me cuesta menos... Aunque imagino que esta idea a partir del original de Milton Glaser habrá sido hallada un ciento de veces antes, de puro sencilla que es.

 

Mi vida como diseñador gráfico.

Na, un dibujo para un concurso de carteles, que no gané, obviamente. Lo he remozado un poco para la ocasión. Si para hacer un dibujo-dibujo el intentar controlar completamente que diga lo que uno quiere que diga y no haya malas interpretaciones es un dolor de cabeza, en un diseño ni te cuento... Este, por ejemplo, 'da' un poco/bastante en Servicio de Salud madrileño, es naif y un puro lugar común en la idea pese a su forma fría (que es otro lugar común, en este caso del diseño), alguien podría decir que los cuerpos no se reducen solo a dos modelos normativos, o si se está sugiriendo una pareja heterosexual y excluyendo las homosexuales, que porqué el uno la flecha y la otra la cruz y si no es prolongar el estereotipo, si el uso del rojo y azul tiene una connotación política, si no habría que haber quitado todos los textos y dejar solo la imagen, que ya está todo dicho ahí, si la tipografía es demasiado sosa, si no pisan totalmente bien entre las letras, etc, etc. En fin, que diseñar es algo que se me hace muy cuesta arriba, salvo de forma recreativa...
 

F2021

Pues eso, disfrutar del tiempo que tengamos para nosotros y nuestra gente en estos dias, con todas las medidas de precaución oportunas, por supuesto, y desear que se pueda a lo largo del año que viene recuperar una cierta normalidad real, a partir de la cual ir construyendo algo mejor...
 

La chica.

 

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Un ejercicio de plumilla, algo retocado en el ordenador...
 

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Este es el tipico dibujo del que los colegas me dicen que por qué no hago algo con él: una serie de ilustraciones, meterlo en un dossier e ir a algún dominical a ver si consiguiese una colaboración,  venderlo como logo de algo... pero es que estas cosas me gustan así, no sirviendo a nada. Diana o Artemisa, el placer femenino, lo atlético como sexualidad sublimada, Cupido como una mujer, una amazona... puedes leer todo eso si quieres, y no necesitas que esté sirviendo a ningún texto o propósito.
 

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Cuando haces pop ya no hay stop.

Presupongo.

 El desborde del color fucsia sobre el gráfico circular refiere el sobrecoste final estimado. De nada.

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Don Berrinche, la película. Primeros diseños de producción.
 

Versión de Gauguin.

De los ejercicios de clase, una copia de un pequeño cuadro, un boceto más bien, de Gauguin, hecha toda con lápices de color y rayado en vertical, sobre una cartulina gris. Es una técnica que fue bastante empleada por los impresionistas, que le da un punto dinámico a la imagen y a las transiciones de los colores, como si estos se expandieran.

Ladrillos de gloria, una historia.

Una vieja viñeta de cuando estaba muy pesado con estas cosas, y que no subí entonces porque ya era por demás. Lo hago ahora porque la estuve adecentando un poco durante el puente y por gusto por lo extemporáneo, y porque cada vez que oigo a alguien decir 'la crisis de 2008' me enciendo: la crisis empezó antes, al menos en 2002, porque si un currante promedio no se puede pagar un piso con una cierta comodidad y holgura, que le permita además hacer una vida y criar unos hijos sin tener que contar con dinero de sus propios padres, es que algo está yendo mal. Y mucho de lo que ha venido después nace de ahí. Y lo dejo ya, lo juro, no sin antes recomendar Huevos de oro, la película de Bigas Luna, que dice lo mismo, pero mejor (y es además muy anterior).
 

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Pequeño astrónomo.

Este dibujo lo hice a partir de uno en color que nos regaló Tristán, un niño al que di clases y que no sé si sacó de alguna parte o inventó, pero que me pareció una idea chula.
 

Un año en sus desechos.

Dibujo / historieta para Drawin, con guiño referencial total a la escuela valenciana y su estética de línea clara, y en particular a Micharmut, que siguió avanzando el lenguaje del medio ya en un formato puramente digital.
 

El chico que pudo ser Lou Reed.

Como el de hace unos dias, es un dibujo basado en una foto que recuerdo y no tengo, en este caso del músico Lou Reed, que vi en una revista y no he conseguido encontrar tampoco por redes. Es una foto tipo carnet, de él muy joven, quizá con quince o dieciseis años, mirando, más que con ilusión y esperanza, con el deseo de tener algo por lo que tener ilusión y esperanza. Es una foto muy triste. Mi dibujo no le hace justicia, pero me sirve para recordarla.
 

Mi vida como héroe griego.