Muy hermoso dibujo por la combinación de formas y colores. Es realmente muy atractivo. Me asombra la cantidad de registros y estilos que tienes. Cuando veo a algún dibujante, veo que adopta un registro y que lo desarrolla sistemáticamente como seña de identidad. Sin embargo, tú parece que inventas el dibujo de nuevo cada vez. Una joven, amiga de mis hijas, tiene veinticinco años y tiene decenas de miles de seguidores de sus dibujos en instagram y todos siguen pautas parecidas, hay un estilo inequívoco lo que hace que sea fácilmente reconocible. Pienso que terminará ganándose la vida con ello.
Sí, eso me fascinó del ilustrador e historietista Raúl cuando empecé a ver trabajos suyos, allá por los años de universidad, que cambiaba continuamente de registro, y además como si fuese el mejor en cada uno de ellos. Antes ya lo había visto en un norteamericano, Bill Sienkiewikcz, pero en su caso parecía deberse más al capricho, a la inconstancia. Raúl, que de aquellas trabajaba en El País, actualmente en La Razón, parecía no tener un estilo propio, tal era su capacidad de adaptación, y no era fácil identificar un trabajo como suyo a la primera. Eso me gustó mucho, trabajar un poco como un diseñador, que debe ocultar su mano (está la excepción de Mariscal, pero porque Mariscal vende, digamos, su firma) y adaptarse a tonos y temas muy distintos. Yo no le llego ni a la suela de los zapatos, he de decir, aunque yo quiera variar mucho, a mi se me puede identificar fácilmente en un cierto estilo de revista de historietas para niños... ¿Qué es mejor, intentar abarcar muchos estilos, o tirar para adelante con el que a uno le sale, y filtrar a través de este temas y ambientes? Pues quizá lo segundo, realmente, porque es menos peso, menos dudas... la cuestión sería dar con un estilo en que uno se sintiese cómodo. Para entendernos, Forges no dibujaba como Goya y no podría representar una idea que su punto exacto lo hubiese dado el estilo de Goya, no llegaba a eso, pero con su estilo se hacía entender lo suficiente, y además era reconocible a la primera... También yo creo que en esto hay una cuestión de carácter.
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Muy hermoso dibujo por la combinación de formas y colores. Es realmente muy atractivo. Me asombra la cantidad de registros y estilos que tienes. Cuando veo a algún dibujante, veo que adopta un registro y que lo desarrolla sistemáticamente como seña de identidad. Sin embargo, tú parece que inventas el dibujo de nuevo cada vez. Una joven, amiga de mis hijas, tiene veinticinco años y tiene decenas de miles de seguidores de sus dibujos en instagram y todos siguen pautas parecidas, hay un estilo inequívoco lo que hace que sea fácilmente reconocible. Pienso que terminará ganándose la vida con ello.
No había señalado que las dos figuras son clónicas a pesar de sus diferencias de color del peinado y vestuario.
Sí, eso me fascinó del ilustrador e historietista Raúl cuando empecé a ver trabajos suyos, allá por los años de universidad, que cambiaba continuamente de registro, y además como si fuese el mejor en cada uno de ellos. Antes ya lo había visto en un norteamericano, Bill Sienkiewikcz, pero en su caso parecía deberse más al capricho, a la inconstancia. Raúl, que de aquellas trabajaba en El País, actualmente en La Razón, parecía no tener un estilo propio, tal era su capacidad de adaptación, y no era fácil identificar un trabajo como suyo a la primera. Eso me gustó mucho, trabajar un poco como un diseñador, que debe ocultar su mano (está la excepción de Mariscal, pero porque Mariscal vende, digamos, su firma) y adaptarse a tonos y temas muy distintos. Yo no le llego ni a la suela de los zapatos, he de decir, aunque yo quiera variar mucho, a mi se me puede identificar fácilmente en un cierto estilo de revista de historietas para niños... ¿Qué es mejor, intentar abarcar muchos estilos, o tirar para adelante con el que a uno le sale, y filtrar a través de este temas y ambientes? Pues quizá lo segundo, realmente, porque es menos peso, menos dudas... la cuestión sería dar con un estilo en que uno se sintiese cómodo. Para entendernos, Forges no dibujaba como Goya y no podría representar una idea que su punto exacto lo hubiese dado el estilo de Goya, no llegaba a eso, pero con su estilo se hacía entender lo suficiente, y además era reconocible a la primera... También yo creo que en esto hay una cuestión de carácter.
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