lunes, junio 27, 2022

...


2 comentarios:

Joselu dijo...

Esto tendría razón de ser si los niños hubieran creído en valores superiores, como en otro tiempo creíamos y nos desencantamos. Los niños y los adolescentes no creen ya ni en dinosaurios ni en cuestiones trascendentes. La sociedad no lo permite, creer en algo es anómalo, extraño, lo único en que se cree es en el ego, en la propia vanidad, en nuestra identidad conflictiva. No veo verosímil que un niño pierda la fe en un mundo que no cree en nada, fuera de fórmulas huecas. Quino ya habló de ello con acierto.

j. dijo...

Sí, es cierto... todo es vivido como algo a consumir, y cuando uno se cansa de ello, incluso antes de que se agote, se cambia por otra cosa...