"Si fuéramos capaces de devolver nuestro destino al azar y aceptar sin desmayo el misterio de nuestras vidas, podría hallarse próxima una cierta dicha, bastante semejante a la inocencia". Buñuel en "Mi último suspiro"
En mi colegio, bueno, en el bachillerato y COU, había un chico que sacaba todo sobresalientes con una naturalidad pasmosa, de esos que, con echar normalmente una hora después de las clases para hacer los deberes y repasar, ya había cumplido. Bueno, siempre lo envidié -malsanamente entonces, he de decir-, y ya de mayor me dio por rumiar cuál sería el secreto de esa facilidad suya. Y he pensado que era su inocencia pura, real, a la hora de afrontar las materias, sin expectativas ni sobre todo resistencias, por asi decirlo: lo que venga. Yo ya estaba educado a la sospecha y al 'no voy a ser capaz de entender esto', que lo que hace es desviar la energía y la coloca en la resistencia.
3 comentarios:
"Si fuéramos capaces de devolver nuestro destino al azar y aceptar sin desmayo el misterio de nuestras vidas, podría hallarse próxima una cierta dicha, bastante semejante a la inocencia". Buñuel en "Mi último suspiro"
Sí, verdad... Poder mirar, y hacer, como un niño, sin juicio previo por la experiencia o por miedos o expectativas inducidas...
En mi colegio, bueno, en el bachillerato y COU, había un chico que sacaba todo sobresalientes con una naturalidad pasmosa, de esos que, con echar normalmente una hora después de las clases para hacer los deberes y repasar, ya había cumplido. Bueno, siempre lo envidié -malsanamente entonces, he de decir-, y ya de mayor me dio por rumiar cuál sería el secreto de esa facilidad suya. Y he pensado que era su inocencia pura, real, a la hora de afrontar las materias, sin expectativas ni sobre todo resistencias, por asi decirlo: lo que venga. Yo ya estaba educado a la sospecha y al 'no voy a ser capaz de entender esto', que lo que hace es desviar la energía y la coloca en la resistencia.
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