viernes, noviembre 27, 2020

Mi vida como guardián de la memoria.


 Este dibujo lo hice recordando una foto que vi una vez en un libro de historia de la ciudad de Lucerna, en Suiza, donde pasaba los veranos de la infancia, y que he buscado por la red y no he encontrado. Tiene que estar, pero mi nivel de alemán no da para mucho. Es del interior de un hangar durante la Segunda guerra mundial, con pilas de paja de este tamaño, todo muy de escala titánica. Así que, ya no solo dibujamos para conservar recuerdos que no se pudieron fotografiar en su momento, sino para conservar recuerdos de fotos de algo que no vivimos...

2 comentarios:

Joselu dijo...

Tiene mucho de onírico este dibujo, paisajes de un sueño...

j. dijo...

Sí, como algo fuera de sitio, de escala extraña... Supongo que es por eso que es una imagen que siempre he recordado. Me pasa también con las imágenes de zeppelines, que hay algo entre lo real y lo irreal en cualquiera de ellas, como si pareciese mentira que algo así hubiese existido...