martes, marzo 31, 2020

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Ha transcurrido ya una quinta parte de siglo XXI y todavía no nos lo creíamos. Más que el 11-S, el virus nos ha metido de una patada en él... Este es un dibujo de una ciudad del XX, el modelo a lo Manhatthan. Las ciudades con mucho parque, zonas del ocio abundantes, carriles-bici, calles crecientemente peatonales, consideración por el espacio público como algo más que una zona de tránsito, si bien empiezan a desarrollarse en la última década del siglo pasado, para mi, o para mi memoria visual, ya son del siglo presente. Quizá terminemos desarrollando un cierto afecto por estas moles, ese abigarramiento cuadriculado, esas calles convertidas en callejones debido a la creciente altura de los edificios, como admiramos construcciones que nos llegan de épocas anteriores, o quizá no nosotros, sino quienes nacieron ya en lo nuevo, no lo sé, a mi me siguen produciendo mucho desasosiego...

2 comentarios:

Joselu dijo...

Sin embargo, Nueva York que representa todo eso, sigue siendo un polo de atracción sobre las estéticas de muchas ciudades del mundo y para mí es una ciudad fascinante en su diseño visual, profundamente metafórico. Es la epítome de la modernidad, ahí empezó la estética y filosofía de las ciudades modernas. Lo que daría por vivir seis meses en Nueva York... en esa ciudad abigarrada y aglomerada. Tiene un encanto que me supera. El primer viaje que mis hijas querían hacer en su 18 cumpleaños era a Nueva York lo que demuestra que entre los jóvenes sigue siendo un mito. Saludos.

j. dijo...

Verdad, y reconozco que la atracción por las grandes ciudades la sentí también cuando estaba en mis veinte y vivi siete años en Madrid ciudad (otros siete en la periferia), pero ahora ya no, no puedo con esos ritmos de vida, ni con la sobredosis de estímulos, que es absorbente, al menos para caracteres como el mio... Para vivir, digo. Las ciudades grandes te trituran si caes.