miércoles, marzo 25, 2020

Demonios.


La huella de Paul Klee, siempre presente...

·

Un par de cosas que se me han ido ocurriendo durante el confinamiento:

Bien estaría si no tardando mucho se impone la obligación, que de alguna manera deberá apoyar económicamente el Estado, de tener una impresora 3D en casa (o en una comunidad de vecinos) en perfecto estado de revista, para lo que pueda pasar. El usuario tampoco tiene porque aprender diseño industrial, sería para en caso de emergencia poder utilizarla para fabricar kits básicos de cosas que se necesiten inmediatamente a partir de unos planos estandarizados que se descargarían de internet -de fuentes seguras, de la Administración-.

Una cierta formación básica en cuestiones sanitarias y cuidado de enfermos tampoco sería mal asunto. Y en orden a relacionarlo todo, quizá habría que plantearse si no sería conveniente la implantación de un cierto servicio civil a la manera del viejo servicio militar, de unos meses, donde se impartieran estos y otro tipo de conocimientos útiles para una situación del tipo que estamos viviendo, con exámenes que haya que aprobar para demostrar las competencias adquiridas. Esto no tiene nada que ver con el viejo militarismo, de hecho habría que interpretarlo como una educación para la ciudadanía ampliada.

Porque, he de decirlo, yo me siento un completo inútil con mi falta de saberes técnicos. Los dibujos ayudan a aliviar, relajar, distraer, ver las cosas desde otra perspectiva, y no es algo rechazable, pero podría dedicar también un tiempo, el tiempo que pierdo en redes, a algo que tuviese resultados prácticos, efectivos, tangibles y el problema es que no sé. Bueno, eso es responsabilidad de cada cual se dirá, sí, pero igual ha llegado el tiempo de que al menos un mínimo también sea obligación...

Termino: un chiste que circula estos dias entre los dibujantes es que no estamos notando la diferencia entre el antes y el después del confinamiento. Bueno, yo hecho mucho de menos no poder salir a estirar las piernas o a la huerta, pero es casi cierto, sí, jajaja.

4 comentarios:

Joselu dijo...

La idea de un servicio civil es altamente interesante pero no creo que una sociedad individualista y hedonista aceptara que se impusiera nada así por meritorio que fuera. Habría muchos sitios como destinos, tales como comedores sociales donde van los que no disponen de dinero para comer, bibliotecas faltas de personal, atención a personas en peligro de exclusión, a la tercera edad en estado de precariedad, a mujeres maltratadas, atención en el caso de epidemias como esta... Estaría muy bien, pero se objetaría que ocuparían puestos de trabajo, que es el estado quien tiene que asistir a estas carencias... No sé si en algún país hay esta modalidad de servicio civil. De todas maneras, el ejército ahora está desarrollando tareas que no se mencionan pero altamente generosas y arriesgadas en la contención del virus. Están entrando en residencias que son desinfectadas para rescatar a ancianos abandonados. Yo hice el servicio militar y no lo consideré un tiempo perdido, convenientemente enfocado podría haber sido un periodo altamente útil. Hay varios países europeos, incluida Suiza, donde el servicio militar es obligatorio hasta determinada edad. Cada año se presta un periodo de tiempo. Y los suizos están encantados con ello. En cuanto a la impresiora 3D, la verdad es que desconozco qué pueden hacer estos aparatos. Saludos.

j. dijo...

De lo que ha traído la tecnología desde que yo era crio hasta ahora, yo creo que lo único que he vivido con plena sorpresa ha sido la impresión 3D... Incluso los móviles de alguna manera ya estaban intuidos en la ciencia-ficción desde hacía décadas -el móvil es, protocolos mediante, el viejo sueño de la telepatía-, pero que se pudiese fabricar objetos con un aparatito que en sus versiones domésticas no es mucho más grande que una impresora convencional, eso sí que me dió de vuelta la cabeza. Está aun muy por refinar, pero irá a mejor -a nivel industrial está mucho más desarrollado, por supuesto-. El proceso consiste en que va generando capas de material, una sobre otra, hasta completar el objeto. En general se usa para prototipos, maquetas, porque tiene la limitación de dicho material -un plástico que se funde para 'imprimir' y luego se endurece rápidamente, aunque hay diferentes calidades-, pero a un nivel muy básico puede servir para algo inmediato, que necesites usar mientras no llega el producto 'de verdad'. Bueno, es una idea... Sí, yo la idea de servicio civil no la pienso tanto como un hacer un trabajo, sino ante todo aprendizaje con un pequeño tiempo de prácticas para validar que esos conocimientos se han adquirido. No sé... yo era de los que pensaban que aquí iba a ser imposible quitar de que la gente fumase en los bares, y desde el primer dia funcionó. El confinamiento actual se está cumpliendo bastante bien... Quizá las cosas cambian demasiado lentamente, pero algo lo hacen...

j. dijo...

Yo no hice la mili porque pensé que habiendo pasado tres años en un internado había tenido bastante de cuarteleo, y la fama que tenía el servicio militar cuando yo era joven era horrible. Lo típico de cantidad de horas muertas, hacer recados, el famoso 'si no tiene botas píntelas', etc. Hasta mi padre, que es muy conservador, lamenta que no se aprovechase ese tiempo para enseñar en condiciones oficios útiles... Sin embargo, sí que el servicio a la suiza pienso que es algo que me hubiese gustado, sí. Saludos.

Joselu dijo...

Tengo una maqueta en 3D de mí hecha por una impresora. Me tomaron varios miles de fotografías durante unos minutos y me reprodujeron en una figura de unos quince centímetros. La semejanza es prodigiosa.