jueves, marzo 18, 2010

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Ésta y algunas otras viñetas que iré subiendo son parte de una idea que tuve de hacer un 'falso' libro de idiomas, en el que frases y diálogos habrían de sugerir historias, incluso provocar la duda de si no estarían mal traducidos, pero que en cualquier caso resultasen más fascinantes que los archiconvencionales y como enrollados textos al uso que, se supone, han de motivar más fácilmente al alumno a aprender una lengua y que a mi sólo me provocaban un aburrimiento mortal.

El estilo gráfico, por su parte, me lo planteé como un pequeño homenaje al del dibujante Robert Gring, del cual he buscado si había algo por la Red para que os hicieseis una idea pero no he encontrado apenas nada, y que era el co-ilustrador de un librito que, con mucho cachondeo o demasiada buena fe, se titulaba El alemán sin esfuerzo (y del cual me viene la idea, de no entender ni papa e inventarme lo que se decía en las viñetas). Un estilo encantador el suyo, como un Peñarroya -otro que tal- más orgánico, para que os hagais una idea. Ejem, salirme no me sale, pero se intenta...

(Actualizo: no había caido en la cuenta cuando hice la entrada, pero pasaros por el cuaderno de frases encontradas, de Juan Berrio (está también aquí a la derecha,  en los enlaces), donde, desde un planteamiento naturalista y tal que un fotógrafo a la caza del instante decisivo, atina plenamente en ese punto maravilloso de historia sugerida/condensada en una viñeta.)

2 comentarios:

LaMáquinaInconexa dijo...

Pues el resultado es muy bueno, tanto como la idea que, por otra parte, ojalá sacases adelante.

La portadas del enlace son para enmarcar. Pena de resolución :( Al ilustrador no lo conocía.

j. dijo...

No debe ser muy conocido actualmente ni fuera de Francia... Igual un dia de estos me lio la manta a la cabeza y me escaneo sus dibujos de ese libro que digo y los subo a la Red. :)

Si tuviera pasta... ayer vi un encuadernado de los 25 primeros números de Can-Can, una revista de humor de aquí, de los años 50, con unos dibujos... válgame, qué estilistas... se me iba de presupuesto, tampoco exageradamente, pero...