martes, marzo 31, 2020

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Ha transcurrido ya una quinta parte de siglo XXI y todavía no nos lo creíamos. Más que el 11-S, el virus nos ha metido de una patada en él... Este es un dibujo de una ciudad del XX, el modelo a lo Manhatthan. Las ciudades con mucho parque, zonas del ocio abundantes, carriles-bici, calles crecientemente peatonales, consideración por el espacio público como algo más que una zona de tránsito, si bien empiezan a desarrollarse en la última década del siglo pasado, para mi, o para mi memoria visual, ya son del siglo presente. Quizá terminemos desarrollando un cierto afecto por estas moles, ese abigarramiento cuadriculado, esas calles convertidas en callejones debido a la creciente altura de los edificios, como admiramos construcciones que nos llegan de épocas anteriores, o quizá no nosotros, sino quienes nacieron ya en lo nuevo, no lo sé, a mi me siguen produciendo mucho desasosiego...

lunes, marzo 30, 2020

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Algo bueno tiene el confinamiento, que es que termino cosas. O, al menos, las llevo a un punto en que, creo, se pueden presentar en sociedad...

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El escritor de ficción popular que hay en mi no piensa en que algo así se haya podido producir en un laboratorio, demasiado incontrolable, demasiado 'mente maestra' y demasiado trillado, pero sí piensa en que somos animales oportunistas, y que una vez que el virus está en circulación sí podría ser usado por los gobiernos como arma de desestabilización del rival, así que imagina pequeños comandos de infectados entrando ilegalmente en la potencia rival, todo muy thriller de espionaje, pero, ay, ahí aparece el bufón que también hay en mi y como estrategia de diseminación los imagina dedicándose a estornudar encima de la gente. Así no hay manera de convertirse en un Dan Brown de la vida. Ahora en serio: no es algo completamente absurdo, visto el tremendo daño que hace en la economía, pensar en esta hipótesis. Conclusión: mientras no haya vacuna, el cierre de fronteras va para largo.

domingo, marzo 29, 2020

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De provecho, de provecho de verdad, los mapas. Las derrotas son advertencias, y tienen esa utilidad, digamos negativa, y los espejos deformantes, engaños; pero estos son siempre rechazados por las nuevas generaciones, que o bien hacen los suyos propios, o bien son capaces de extraer lo que hay detrás de la deformación y hacen un nuevo mapa con ello.

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Se habla mucho en las redes de 'la policia de balcón'. No sé si es tanto así, o el mismo intento de colocarse por encima de los demás que realizarían tales policias de balcón efectuado a su vez sobre estos, o sea, otra fase de la competición por la superioridad moral (que a su vez provocaría que otros nos quisieramos situar por encima de los que quieren situarse por encima de los que pretendían, etc.).

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Vimos Parasitos. A eso es a lo que Antonio Muñoz Molina se refiere en su artículo: ¿qué necesidad había de la sangre en esa película? En la ficción se mata con demasiada facilidad, se banaliza la muerte y el crimen de una forma que solo cuando la tragedia de verdad está muy presente se percibe como lo que es, un espectáculo obsceno, una emoción fuerte barata para evitar lo verdaderamente doloroso, que hubiese sido la vergüenza. Por lo demás, la cinta tiene innegables virtudes narrativas, pero ninguna tan excelsa como la campaña de marketing que la ha llevado a estar en boca de todo el mundo y ganar cuanto premio se le ha puesto por delante. No debería estudiarse solo en las escuelas de cine.

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Esta crisis es el 11-M, el Prestige y el Yak-42 del Psoe, todo en uno y más. Le tocó, como al Pp en lo suyo, en un punto delicado de su autorrepresentación. Si en el Pp la dificultad para admitir un error y rectificar a tiempo está profundamente relacionada con su idea de España, donde ejército, lucha antiterrorista y eficacia-en-la-gestión tenían y tienen un papel importante, sacral, en el Psoe se relaciona fundamentalmente con el ser nuestro país abanderado del progresismo mundial (lo es, y bien está). Agravado todo ello en ambos casos con que el hecho de ser un país que vive del turismo obliga a una imagen internacional impecable (habrá que volver a leer, ya que no se pueden ver representaciones, Un enemigo del pueblo, de Ibsen). Es una opinión, pero creo que querer celebrar el 8-M hizo que se dejase de ver la conveniencia de, al menos, aconsejar que ya desde ese fin de semana que se procurase mantener eso que se ha venido llamando la distancia social. Y ahora hagamos un ejercicio de factualidad: ¿qué estaríamos diciendo los progresistas de estar gobernando el Pp y haber coincidido esto no con el 8-M, sino con un festejo más de la cuerda de la derecha, no sé, el dia de la Hispanidad o algo similar? Nada bonito, desde luego. Y no hablemos del caos y tardanza en la logística post estado de alarma, donde realmente se ha visto que no había plan, donde ha vuelto a asomar la patita la corrupción -el tema de los test inservibles comprados a través de un intermediario de aquí de quién no sabemos todavía el nombre y no aconsejados por la propia China-. Pero... no se cambia de caballo en mitad de una carrera, en tiempo de tribulaciones es mejor no hacer mudanza, etc. Ya tiempo habrá de exigir las responsabilidades. Porque hay que exigirlas, pese a que se nos diga que es hacerle el juego a la extrema derecha.

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Otro factual, este en sentido contrario: ¿qué no hubiesen dicho los medios de la derecha de haber decretado el gobierno el estado de alarma una semana antes? Pues lo hubiese llamado de bolivarianos para arriba... Además, como la famosa curva de contagio sí que se hubiese aplanando mucho, al producirse muchísimos menos contagios y muertos, a la medida en cuestión no se le hubiese dado el valor que tenía y se hubiese dicho que no era para tanto, que había sido una exageración, etc. Un último, de verdad, y termino: ¿cómo hubiese reaccionado el Pp de estar ellos en el gobierno en la misma situación? ¿Habría prohibido las manifestaciones del 8-M? Y en ese caso, ¿cómo hubiese reaccionado la izquierda? Nuestro problema es cómo vivimos la política.

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Esto es un blog de dibujos, lo juro. Pero estos dias ,al final, entre el tiempo disponible, y el momento en si, se convierte en un blog de opinión modo texto. Sorry. En la red sin duda hay opiniones mejor fundadas que estas mias

sábado, marzo 28, 2020

Otro punto de vista

Un ejercicio de broma visual -no logrado del todo-: como las figuras imposibles, en que cada lado de la imagen es coherente pero entre ellos no, en esta el juego sería que al girarla noventa grados lo que pasarías a ver es una piscina en la que quien no encaja es el limpiaventanas... Está inspirada en el trabajo de un ilustrador norteamericano llamado Guy Billout, de quien se ve poca obra por internet y a unos tamaños muy reducidos, pero que hace cosquillas en la zona del cerebro donde se activa la imaginación.

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Dice un amigo mio que la pandemia actual es el Sida para todos los públicos. Desde luego va a cambiar la forma de relacionarnos, y nos va a llevar, al menos a un par de generaciones de adultos, creo a los muy jóvenes no, a relacionarnos, digo, con la distancia un tanto histérica de los japoneses.

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Hablando de los jóvenes: qué ocasión para el romanticismo. Sabiéndose casi a salvo, pero con el nervio de todos modos un poco en el cuerpo, imagino a parejas formadas antes-de, o incluso durante, a través de las redes sociales, saliendo de casa en plena madrugada, cuando la familia de ambos duerme, para verse a escondidas en los portales, incluso salir a los parques, refugiándose en las sombras al sentir pasos o el motor de un coche, previsiblemente de la policia... No deja de ser la imagen arquetípica de la novia descolgándose del balcón para encontrarse con el amado, o de él subiendo por una escala o una sábana hasta la habitación de ella. Ellos lo van a vivir de otra manera. Y también lo van a contar luego.

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El darwinismo brutal ese anglosajón de que se infecte todo el mundo. En números seguro que encaja muy bien, en plan de pérdidas de vidas humanas asumibles en una guerra: un uno o un dos por ciento de la población, en un país como Inglaterra con sesenta millones de habitantes son entre medio millón y un millón de fallecidos, pero probablemente serían al final muchos menos, habida cuenta de que la tasa de infectados, al parecer, está muy infraevaluada -se cuentan como positivos los que dan síntomas evidentes, pero habría muchos más portadores que ni lo sospechan siquiera-. Pero en ese pragmatismo inhumano hay un factor que no se ha tenido en cuenta, creo: las élites, políticas, intelectuales, empresariales, artisticas, científicas, son, como no puede ser de otra manera, gente mayor (y, además, todavía hoy, en su inmensa mayoría, varones, que doblan la tasa de fallecimientos de las mujeres), y, ¿qué sociedad soportaría un descabezamiento de la magnitud que se produciría en tres meses de dejar rampar a sus anchas al virus? ¿La pérdida de experiencia vital, de conocimiento? Lo digo aplicando exactamente el mismo criterio pragmático que usan ellos.

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En fin, amanece, que no es poco.   



viernes, marzo 27, 2020

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Está hecho en ordenador a partir de un boceto, pero igualmente se podría haber hecho con ceras o guache sobre un papel de color, o quizá mejor, con papeles de color recortados o rasgados...
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Hoy publica Antonio Muñoz Molina este interesante artículo en El País sobre el papel y el valor del arte en tiempos de crisis y lo fácilmente que se extravía en la prosperidad. Digo interesante, por no decir que estoy completamente de acuerdo. No es querer matizar nada, pero quizá yo añadiría una pequeña defensa también del escapismo digamos bondadoso. Un ejemplo para mi muy claro: los cortos de Charlot se empezaron a producir en plena Primera guerra mundial.


miércoles, marzo 25, 2020

Demonios.


La huella de Paul Klee, siempre presente...

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Un par de cosas que se me han ido ocurriendo durante el confinamiento:

Bien estaría si no tardando mucho se impone la obligación, que de alguna manera deberá apoyar económicamente el Estado, de tener una impresora 3D en casa (o en una comunidad de vecinos) en perfecto estado de revista, para lo que pueda pasar. El usuario tampoco tiene porque aprender diseño industrial, sería para en caso de emergencia poder utilizarla para fabricar kits básicos de cosas que se necesiten inmediatamente a partir de unos planos estandarizados que se descargarían de internet -de fuentes seguras, de la Administración-.

Una cierta formación básica en cuestiones sanitarias y cuidado de enfermos tampoco sería mal asunto. Y en orden a relacionarlo todo, quizá habría que plantearse si no sería conveniente la implantación de un cierto servicio civil a la manera del viejo servicio militar, de unos meses, donde se impartieran estos y otro tipo de conocimientos útiles para una situación del tipo que estamos viviendo, con exámenes que haya que aprobar para demostrar las competencias adquiridas. Esto no tiene nada que ver con el viejo militarismo, de hecho habría que interpretarlo como una educación para la ciudadanía ampliada.

Porque, he de decirlo, yo me siento un completo inútil con mi falta de saberes técnicos. Los dibujos ayudan a aliviar, relajar, distraer, ver las cosas desde otra perspectiva, y no es algo rechazable, pero podría dedicar también un tiempo, el tiempo que pierdo en redes, a algo que tuviese resultados prácticos, efectivos, tangibles y el problema es que no sé. Bueno, eso es responsabilidad de cada cual se dirá, sí, pero igual ha llegado el tiempo de que al menos un mínimo también sea obligación...

Termino: un chiste que circula estos dias entre los dibujantes es que no estamos notando la diferencia entre el antes y el después del confinamiento. Bueno, yo hecho mucho de menos no poder salir a estirar las piernas o a la huerta, pero es casi cierto, sí, jajaja.

martes, marzo 24, 2020

Paisajes.

Ya había subido algún dibujo en este plan, son paisajes muy abstraidos, medio de memoria, medio inventados, hechos en trozos de cartulina que van quedando por ahí de otras actividades en clase... Son dibujos de Antes-de, pero quería aprovechar para contar una imagen que tengo en la cabeza desde el dia que se decretó el estado de alarma: cuando volviamos de la huerta en coche yo percibía el paisaje como sospechoso, cargado de amenaza potencial; y miraba para él como si quisiese ver, literalmente, el virus flotando en el aire; habiéndome dado cuenta de ello, pasé a pensar que eso era la visión de un paranoico y que no podía ser, pero que sí de alguna manera que nos había dado la espalda, como si hasta entonces hubiese sido el público de nuestro teatro y ahora mirase para otro lado, que el silencio no provenía de nosotros, sino de él. Esta es la sensación que más me llamó la atención de los primeros dias, junto con la de lo ridícula que se había vuelto la publicidad (aunque ya ha reaccionado, menudo es el capital para adaptarse): esos anuncios de coches y viajes y bancos y seguros que prometían satisfacción sin cuento se habían convertido también de pronto en estorbos de colores. (Luego ya la sensación que se me ha impuesto es similar a lo que se ve en los vídeos del maremoto de Japón de hace años: una ola que avanza de horizonte a horizonte, que provoca una destrucción lenta pero implacablemente mecánica: con el horror incrementado de lo que está sucediendo en algunas residencias de ancianos, que ahí es como si la ola se convirtiese también en fuego...)

sábado, marzo 21, 2020

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Un a modo del Matisse de los papeles recortados, pero con rotuladores. Hice algunos así hace tiempo para entretener a los sobrinos, creo que en estos dias pueden aportar un poco de luz, para distraer la cabeza, y no pensar el espanto al que estamos abocados.

jueves, marzo 19, 2020

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Más de mundo infantil, para poner un poco de color e ingenuidad al dia...
(Estoy haciendo un poco del personaje de Roberto Benigni en La vida es bella, pero creo que ahora mismo es lo que prefiero, no porque no tema lo que pueda venir con el virus y detrás de él, sino por no ayudarlo a convertirse en una profecía autocumplida.)

miércoles, marzo 18, 2020

Bitonos.

Para estos dias de restricciones, un ejercicio que consiste en una restricción: hacer un dibujo usando solo dos colores, el negro y otro, a escoger. El lápiz vale por negro. Se pueden combinar de multiples maneras, gradar la intensidad, mezclar entre ellos, hacer tramas, usar el blanco del papel (o tipex) como un tercer color (como dibujo también), borrar el lápiz en sitios determinados para evitar la línea de contorno... Estos son ejemplos customizados en ordenador del ejercicio tal como lo planteé para los niños, pero vale cualquier otro tema. La limitación obliga a pensar en cómo se puede resolver tal o cual parte de la escena y que siga siendo legible -si no recurrimos a contornearlo todo, claro- y es un interesante ejércicio de reflexión sobre la práctica del dibujo.

martes, marzo 17, 2020

Give out but don´t give up

Tontunas mias. (Por supuesto Arturo ahora en estos dias lo que no acepta es quedarse en casa, y al caer la noche apatrulla la ciudad buscando un bar de espíritu tan free como el suyo.)

domingo, marzo 15, 2020

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Otra frase oída por la calle e ilustrada siguiendo la idea original, ya varias veces mencionada aquí, del gran Juan Berrio.

viernes, marzo 13, 2020

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Un pequeño homenaje al heroismo primario de quizá mis dos escritores favoritos de la adolescencia. Fuera de esa edad aprendemos que las cosas no son tan sencillas ni tan espectaculares, requieren muchos más protocolos y menos un puro echarle tripas al asunto, requieren estudio, análisis, colaboración entre muchísimas personas, coordinación, tiempo, mucho tiempo, se producen errores... La crisis del coronavirus está siendo un inesperado gran ensayo general de lo que podría ser una mucho más grave, una epidemia del tipo del Ébola, y ya vemos como bien pronto asoma la patita el caos... Que sirva para aprender de ello. Mientras tanto, ya lo habreis leído, visto u oído varias veces: lavarse mucho las manos, mantener una cierta distancia, no poner en riesgo a grupos de población más vulnerables, hacer vida casera o al aire libre... No es gran cosa, pero es lo que podemos hacer.