Otro ejercicio de clase: se trataba de lograr un efecto parecido al sfumatto de los tatuajes sobre la piel, esa suavidad y a la vez definición, que yo creo que es lo que les da la gracia, porque si no tienes vergüenza en observarlos un poco detenidamente, a despecho de que te mire raro el señor o señora que lo porta, pues bueno, lo representado a veces, o muchas veces, es un tanto kitsch, bizarro, topicazo, chungo, como de carátula de disco de rock duro de los ochenta o toalla de machirulo y, en fin, que Mal. Bueno, pues para el ejercicio usamos un papel de tono cálido sobre el que hicimos un dibujo a lápiz azul, que frotamos a dedo, o con un papel, y rematamos, en este caso, con otro lápiz de color para la piel un poquito más claro que el tono del papel, con un poco de rosa para el pómulo, y voilá. Este y otros ejemplos que usamos en clase los hice a partir de dibujos de Matisse que podreis ver por internet -buscad por Matisse drawings, que en inglés siempre hay más de todo-, y que a mi me gustan mucho, como casi todo lo suyo, porque siempre hay algo de indagación en su obra, de busqueda de nuevas formas de expresión y de representación, hasta en el final de su vida con sus papeles recortados.
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