miércoles, abril 22, 2020
Aprendiz de mago.
Otro dibujo de cosas de clase, en este caso era componer una imagen usando la regla de los tercios, que es similar a la del rectangulo áureo, y de uso bastante difundido en fotografía. Consiste en dividir el marco donde vamos a dibujar en tres partes iguales horizontes y tres verticales. Los puntos donde cortan las líneas son puntos fuertes de atracción visual y lo que se situa ahí se hace llamativo -en cualquier imagen, el punto visualmente más potente es el centro, pero también es el más estable, y por tanto el más monótono; ese conviene evitarlo-. Las imágenes que realizamos siguiendo este principio transmiten sensación de orden, de equilibrio dinámico y son de lectura muy clara. Tampoco conviene ajustarse a la regla como si fuese un corsé, al introducir más elementos nos veremos obligados a corregir pesos visuales bien sea por tamaño o ubicación, pero seguirá funcionando.
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