domingo, noviembre 03, 2019

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2 comentarios:

Joselu dijo...

Cuando tenía seis años e iba a hacer mi Primera Comunión, yo cantaba con entusiasmo las canciones que nos enseñaban hasta que la madre vino un día y me preguntó si yo quería a Jesús. Contesté que sí, que mucho ¿qué iba a decir? Entonces me dijo admonitoriamente, pues si lo quieres, cuando cantes, solo mueve los labios. Desde entonces, sé que mejor no cante.

j. dijo...

Uf... qué anécdota. Hay más violencia ahí que en muchas de las formas de expresión visual banales a las que el cine nos ha habituado...