lunes, octubre 07, 2019

Autorretrato


2 comentarios:

Joselu dijo...

Buena combinacióp entre fotografía y un rostro caricaturizado y que expresa un momento tenso en la conversación entre los contertulios. La mezcla es sugerente, pero tengo la impresión de que la he visto antes en alguna otra viñeta, pero sería incapaz de decir dónde. Me suena mucho, creo que esta técnica había sido ya ensayada, pero, como te digo, no recuerdo dónde la he visto. Un cordial saludo.

j. dijo...

Sí, por lo menos desde los tiempos de La Codorniz se ha usado el collage de fotografía y dibujo con intención humorística... En este caso se trata de un fotograma de Zelig, la película de Woody Allen, que quizá no sea de las mejor resueltas suyas, aunque tiene momentos realmente inspirados, pero que sobre todo su idea de base me parece un absoluto hallazgo: trata de una persona capaz de mimetizarse (o incapaz de no hacerlo) en su entorno sea cual sea éste. Se podrá decir si no es la historia de el Lazarillo o de Julien Sorel, o del protagonista de A pleno sol, pero en esos casos es la voluntad, la experiencia y el interés propio lo que provoca esa adaptabilidad, en el caso de Zelig es algo tan institivo que es involuntario, y que ni siquiera persigue un objetivo, sería una forma de tratar de pasar desapercibido (que lo delata). Yo lo que he hecho ya sido aplicármela a mi mismo, dándole una vuelta: no consigo mimetizarme, aunque lo intenté, y me sale el bufón... Un saludo igualmente.