martes, abril 24, 2007

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Un dibujo viejo, que aprovecho para referenciar dos influencias importantes que hasta ahora no había mencionado:
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Por un lado, Miguel Brieva -entrevistas aquí y aquí-, autor del gran fanzine Dinero y el libro La vida La muerte (sólo encontrables en librerías de tebeos, creo) y colaborador en un buen número de publicaciones; tiene trabajo nuevo en el mercado, éste. El concepto de El ministerio del Bien lo 'tomé prestado' de una de sus viñetas: como en el caso de Valenzuela, se mezcla lo que es afinidad -gusto por los mismos temas y tonos- con la influencia más o menos directa. No puedo menos que recomendar que le echeis un ojo, sobre todo a quienes os gusten las viñetas más políticas o paródicas que subo aquí, y en especial al material más antiguo, el de Dinero: está en general muy bien, y es en ocasiones deslumbrante, arrasador.
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Por otro, el gran ilustrador Raúl, para el que esto escribe uno de los más grandes, cuya influencia está no tanto en el collage de las tiritas, que lo está, como en un concepto al que uno intenta ajustarse, las más de las veces sin conseguirlo: que a cada tema corresponde un tratamiento -y, también, y no menos, la obsesión por el equilibrio compositivo-. Dicho de otra manera: el dibujante debe ajustar su estilo a lo que se quiere decir. Esto es moneda corriente en el diseño -vale, salvo en el caso de Mariscal, que vende 'firma'- y Raúl lo lleva a la ilustración a unos niveles asombrosos, dominando cualquier estilo gráfico que se le ponga por delante hasta un punto en que el dibujante 'desaparece', no es identificable, queda sólo la imagen. Quizá de ahí que sea, siendo influencia determinante y reconocida y agradecida convenientemente en muchos y muy buenos ilustradores y grafistas, bastante poco conocido actualmente fuera del mundillo profesional.
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Trabaja en el diario La Razón desde su primer número, y antes en El País, e ilustra la columna de Andrés Trapiello en el magazine de La Vanguardia/La Razón. Por internet no he visto apenás nada suyo -esto, en gallego y con bibliografía parcial, esto con muestras de dibujos-. Hace un tiempo salió una edición actualizada de Cuaderno Perplejo que deben tener aún en librerías de tebeos o de libros de Arte e ilustración; si hay suerte, en el Rastro o en una de segunda mano, se podría encontrar el susodicho Cuaderno en su versión antigua: no lo dejen pasar, es una Biblia del ilustrador. También, por módico precio y a modo de ejemplo de trabajo de ilustración infantil, en el Barco de Vapor naranja, de editorial SM, El libro de la luz, de Andreu Martin.
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6 comentarios:

SAETA Hernando (Alfredo) dijo...

Me pido disculpas a mi mismo por no pasarme más a menudo por tu blog. Es una delicia, Javi. Los abstractos me encantan están llenos de poesía y los políticos... ¡qué decir! simplemente cojonudos.

Un abrazo fuerte, fuerte amigo

FHNavarro dijo...

Ando igual que el Señor Saeta, sin tienmpo para disfrutar sus genial pedacitos de talento.

Impresionantes los abstractos, y este último, uff, me ha dejado sin palabras.

Un saludo

Anónimo dijo...

jejejejejeje.
En tu mejor linea, master.


Colo

j. dijo...

Gracias! Veníos cuando querais, que está abierto las 24 horas. :)

(y tenemos dátiles y té, y pelo de camello para los pinceles. :))

Un saludo!

Yordi (Y.) dijo...

Por sus influencias les conoceréis...
Detallazo las tiritas "de verdad" y la linea coloreada.
El texto me recordó a 1984.

j. dijo...

Como era aquello... ¿La guerra es la paz? Un libro que debería volver a leer, sobre todo por lo que recuerdo del vaciado-simplificación del lenguaje del Regimen, que es algo fascinante y aterrador.

Un saludo!