martes, febrero 28, 2006

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jodó!!! No sabe la impresión que me ha causado el dibujo de hoy... Me ha resultado tan inquietante... Hace ya unos cuantos años estuve en las pirámides de Chichen Itzá, en Yucatán. Fué hace tanto que apenas guardo unos pocos recuerdos. El más vívido y perturbador es el de la sensación de vértigo y abismo que experimenté en lo alto de la pirámide de Kukulcán, llamada "el castillo". Las escaleras que ascienden hasta la meseta en la que hay una especie de templete, son ciclópeas, con escalones pensados para gigantes de cinco metros, y con una pendiente real de 45 grados, lo que en 4x4 se considera una rampa del 100%. Pués bien: cuando uno está ya arriba, recobrando el aliento y con la intención de disfrutar del espectacular panorama, entonces, si está a un par de metros del borde, se da cuenta de que la escalera ya no se ve... Yo soy un cagón de los de libro... lo reconozco... y en aquel momento me acongojé de tal manera que me acerqué al borde a gatas para comprobar que las escaleras seguían allí, con miedo a que fueran más difíciles de bajar que de subir... Me entran sudores fríos al recordarlo.
¿Se da cuenta del poder que puede tener un "inocente" dibujo?

j. dijo...

Ja, ja. Pues le envidio la experiencia, pese al susto. Debe producir una sensación exquisita de adentrarse en el misterio, en el universo Cthulhu, y a la vez ser casi como un juego, un tren de la bruja para adultos; despues de todo, la civilización está a la vuelta de la esquina, y uno no acude solo a esos sitios, lo que permite el poder apreciarlos estéticamente. Si uno se tropezase un templo de esos en medio de la noche y solo solito solo... brrr.

Pepo Pérez dijo...

muy guapo el dibujo. También me gusta mucho el señor anónimo -silueta- que piensa en el dibujo de abajo.

j. dijo...

Me alegro que te guste éste. Bueno, la verdad es que no tengo muchos así, casi todos son en blanco y negro y de la familia El roto, por así decirlo. Tengo que variar de temas... :(