Parece increíble la cantidad y diversidad de recreaciones que ha generado El grito. Es realmente un icono del ser humano del siglo XX, aunque la versión más famosa es de 1893. Es de esa transición apasionante del fin de siglo a la modernidad. El icono del siglo XXI de momento es distinto: es un joven mirando el móvil y escribiendo un whatsap. El siglo XX se abría con la angustia de telón de fondo mientras que este siglo (ya con ansiolíticos y antidepresivos para controlarla) se especializa en la tecnología más bien alienante. Muy buena la asociación de El grito a la huella dactilar.
Sí, es difícil saber tan pronto cuál es realmente el espíritu de esta época, pero parece que algo de eso hay... un ruido que es no solo sonido sino también colores, no importa si presuntamente informativo o evasivo, que es constante, ubicuo... y muy atractivo. Consecuencia de los avances en el conocimiento de la conducta humana, que tanto están sirviendo para arreglar transtornos como para acumular un poder de manipulación como nunca antes se había conocido. El famoso caso de Las Vegas, en el que cada detalle está estudiado para conducir al visitante a que se gaste al menos unas monedas. O Internet, con su aparente acceso a una especie de omnisciencia. Nos hemos quizá convertido en el cazador cazado...
3 comentarios:
Parece increíble la cantidad y diversidad de recreaciones que ha generado El grito. Es realmente un icono del ser humano del siglo XX, aunque la versión más famosa es de 1893. Es de esa transición apasionante del fin de siglo a la modernidad. El icono del siglo XXI de momento es distinto: es un joven mirando el móvil y escribiendo un whatsap. El siglo XX se abría con la angustia de telón de fondo mientras que este siglo (ya con ansiolíticos y antidepresivos para controlarla) se especializa en la tecnología más bien alienante. Muy buena la asociación de El grito a la huella dactilar.
Que buen grito tío!!
Que genio tío!!
Sí, es difícil saber tan pronto cuál es realmente el espíritu de esta época, pero parece que algo de eso hay... un ruido que es no solo sonido sino también colores, no importa si presuntamente informativo o evasivo, que es constante, ubicuo... y muy atractivo. Consecuencia de los avances en el conocimiento de la conducta humana, que tanto están sirviendo para arreglar transtornos como para acumular un poder de manipulación como nunca antes se había conocido. El famoso caso de Las Vegas, en el que cada detalle está estudiado para conducir al visitante a que se gaste al menos unas monedas. O Internet, con su aparente acceso a una especie de omnisciencia. Nos hemos quizá convertido en el cazador cazado...
¡Gracias! Un saludo.
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